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Metodología Six Sigma

Impulsar la mejora de los resultados empresariales y ofrecer una mayor rentabilidad para las compañías, es posible gracias a la metodología Six Sigma, la cual aplica una serie de herramientas de calidad para lograr resultados satisfactorios.

De esta manera, es posible ofrecer productos de excelente calidad e incrementar el nivel de prestigio en el mercado.

¿Qué es Six Sigma?

La Metodología Six Sigma no es otra cosa que un conjunto de técnicas e instrumentos de gestión desarrollados en respuesta a una necesidad de cambio organizativo. Es un enfoque basado en datos empíricos que utiliza herramientas estadísticas para reducir el riesgo de error en cualquier proceso. 

Se trata de un sistema de gestión, el cual se caracteriza por ser:

  • Disciplinado: Porque necesita de un tiempo mínimo de dedicación dentro de sus funciones para brindar buenos resultados.
  • Cuantitativo: Ya que trabaja con los datos obtenidos por estadísticas.
  • Estructurado: Pues aplica el método DMAIC.

Además, trabaja con tres objetivos fundamentales para cumplir al pie de la letra con su función. Estos propósitos se pueden resumir a:

  • Incrementar la satisfacción del cliente.
  • Reducir los costos.
  • Optimizar el proceso de fabricación

Origen

La definición que hoy en día se conoce de Six Sigma es algo reciente. Tuvo lugar aproximadamente en el año de 1980. No obstante, las metodologías de calidad han existido durante muchos años atrás, específicamente en 1798, cuando se dieron a conocer los conceptos de identificación y consistencias de defectos a través del análisis de calidad del producto por parte de Eli Whtiney.

Fue en ese momento cuando inició la comprensión y estructuración de lo que sería controlar y observar la calidad de los artículos fabricados.

Durante 1924, Shewart se encargó de introducir el control de concepto de calidad estadística. En otras palabras, durante esta época se daría la aplicación de herramientas estadísticas dirigidas a monitorear la estabilidad y variabilidad de los procesos de producción.

Fue de esta manera con la que el concepto comenzó a girar entorno hacia el proceso, lo cual permitió predecir si los productos se fabricaban dentro de una calidad definida o de una especificación en particular.

Sin embargo, el origen de Six Sigma va mucho más allá. De hecho, se remonta a la década de 1960, cuando Karo Ishikawa creó lo que él llamó “Círculo de control de calidad”, definido como un conjunto de herramientas que podían usarse durante la evaluación de un proceso de producción.

Como resultado, se obtuvieron una serie de instrumentos indicados para controlar adecuadamente la calidad de una compañía o fábrica, lo cual permitía controlar y vigilar si surgía alguna anomalía o defecto para proponer de inmediato una acción correctiva.

 ¿Cómo surgió la metodología Six Sigma?

Con la evolución relacionada con la calidad del producto, la metodología Six Sigma nace en Motorola, dentro de un espacio en el que ya era conocida su importancia a la hora de analizar la calidad del producto y su proceso de fabricación. Es de esta manera, como se comienza a utilizar dicha filosofía para mejorar la calidad y competitividad en el mercado para las empresas.

Con el paso del tiempo, esta metodología ganó terreno entre las compañías y plantas de Los Estados Unidos. Esto hasta que el director general de General Electrics, Jack Welch, comprara la idea.

Welch implementó esta filosofía en su compañía y obtuvo resultados maravillosos. En consecuencia, realizaron un enorme anuncio sobre Six Sigma al mundo, dando a conocer esta metodología mucho más allá de los EE.UU.

La filosofía Six Sigma se define como una estrategia de gestión, donde el jefe de la empresa define las rutinas y la manera en que desarrollará el mejor de los procesos para su compañía.

Esta metodología propone su trabajo por medio del método DMAIC, el cual aplica una serie de herramientas estadísticas dedicadas a controlar y mejorar la calidad del proceso de producción. Como resultado, este método se divide en:

  • Definición: Para definir lo que se espera del proyecto propuesto. 
  • Medición: Para obtener datos sobre el procedimiento.
  • Análisis: Se encarga de identificar aquellas causas importantes del problema.
  • Mejoras: Brinda propuestas que solucionen el problema de raíz.
  • Control: Tiene la función de inspeccionar los resultados obtenidos. 

Metodología Six Sigma y su evolución

Como producto de una serie de hechos que tuvieron lugar a partir de los 50, esta metodología nace en un contexto de evolución y desarrollo de la calidad, tanto en Japón como EE.UU. Por su parte, con los japoneses se creó un concepto único de calidad, siendo un pilar fundamental para el sistema de producción de Toyota, conocido también como Lean Manufacturing.

Naturalmente, desde sus inicios Six Sigma ha evolucionado hasta el día de hoy. Esta evolución continua y se refleja en su aplicación en numerosas compañías y negocios.

Por medio de esta evolución, el número de herramientas que Six Sigma aportaba ha aumentado, pues se han probado una serie de recursos y en la actualidad es posible comprender cuáles ofrecen una mejor función en el área.

Como es de esperar, esta evolución se encuentra ligada con el avance tecnológico, un fenómeno común de admirar en nuestros tiempos. Ahora, existen programas informáticos dedicados al análisis de datos y mucho más. Por lo tanto, los cálculos que anteriormente requerían de numerosas cuentas, pueden ser resueltos de una manera mucho más eficiente y rápida.

Áreas de aplicación de Six Sigma

Una de las características más interesantes de Six Sigma es su aplicación en diferentes áreas a nivel empresarial. Esta metodología abarca los procesos de fabricación, relacionados con la salud, logísticos y los procesos administrativos.

De modo que, una compañía puede contar con proyectos Six Sigma en varios de sus sectores, como en el área de marketing, financiero, el de RRHH y en las líneas de producción, el sector más operativo.

Por ejemplo, una planta química puede aplicar esta filosofía con el fin de incrementar el porcentaje de eficiencia de uno de sus reactores. Con ello, podría reducir el porcentaje de chatarra que tiene lugar en la producción a 0. Asimismo, una compañía minorista podría aplicar Six Sigma para trabajar con esmero en la reducción de la cantidad de facturas emitidas.

Tal como se ve, la metodología Six Sigma presenta numerosas aplicaciones, por lo que su implementación se está extendiendo cada día más, especialmente en aquellas empresas en medio de una crisis, donde necesitan reducir sus costos para optimizar sus resultados.

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